Quiero agradecer encarecidamente al inventor del manos libres por su contribución a la comunidad de los que nos encanta hablar solos por la calle.

Gracias por permitirnos pasar desapercibidos,por ayudar a insertarnos en la sociedad y por hacer creer a los demás que hablamos por teléfono.
En el nombre de este extenso grupo humano, y en el mío propio, gracias.